sábado, 11 de abril de 2015

Señora

"Pasaban los años en aquel pequeño jardín 
donde lo bueno y lo malo se hizo sin fin. 
Pasaban las horas en aquella tarde 
de aquel majestuoso Junio sin ver ese Abril 
que se quedaba corto de incendios, 
tan lleno de desencuentros. 
Pasaba la vida mientras la vi, 
deslizando sus mentiras bajo su vestido de manila. 
La vi o solo imagine sentirla sonreír. 
No pude evitar quererme acercar. 
Asomándome al jardín vi sus piernas cruzadas en son de paz, 
su vestido levantado sobre las rodillas no me daba perdón. 
Su piel pálida, sus ojos como cristal 
y su alma en una lágrima que a mi pecho vino a parar. 

¿Cómo pedirle perdón señora? 
Si fui yo el culpable de sus sonrisas más genuinas 
y de sus lágrimas, las más dañinas. 

Pasaban las noches en aquel banco de roble 
en aquel viejo jardín. 
Pasaban las horas que eran eternas en ella. 
Inmaculada sobre aquel banco 
rodeada del blanco rocío. 
Pasaba el tiempo pasaban mis años 
y juro que ella seguía ahí.

Tal vez fui yo quien pecó al partir. 
¿Pero quién puede culparme? 
Si soy esclavo de la soledad, 
amente incurable de la fugacidad. 

Cuánto penar portan sus ojos señora.
¿Cuántas veces debería pedirle perdón 
sin ganarme antes su corazón?"

Carolina Franco

domingo, 5 de abril de 2015

No leas en voz alta

"Nuestro pasado me aturde una vez más y no sé que será, 
solo golpea y no lo voy a dejar entrar. 
Solo te pido mi amor que te vayas y ya no vuelvas por más. 
Que te olvides de mí, así como espero nunca olvidarme de ti. 
Como cuando nos amamos por primera vez; 
cuando fuimos uno siendo dos. 
Te deseo lo mejor y un te amo para el adiós.
Después de todo si te necesito es que estoy en el pasado 
y si avanzo yo no vuelvo por vos. 
Es porque no quiero que nos encadenemos a nada mi amor. 
Sé que siempre vas a estar 
pero no como antes, no con esa intensidad. 
Te amé con locura y hoy si te quiero es mucho.
Hoy solo quiero tu adiós y nada más.
Es solo que a veces creo que la podría haber peleado mejor. 
En aquel momento solo sentía esa soledad de estar cerca de vos. 
Y mi último te amo te juro que dolió mil años. 
Mi vida te juro me morí cada día que estuve sin vos
y cada uno de los últimos días que pasamos vos y yo. 
Hasta que renací entre las letras que algún día te dediqué 
y entre las miles de lagunas que quedaron en mí 
y todas éstas cicatrices que quiero cerrar.
No ruegues que mi alma se rompe de más.
Tenía esa desesperada necesidad 
de decirte todo y amarrarme a tu cintura,
de ponerme una vieja remera tuya. 
Que pasáramos la noche mirándonos a la cara, 
que me desvelaran tus ojos 
y miráramos las estrellas una última vez.
Y al final quién se iba a imaginar 
que mi corazón no era solo hielo.
Y al final
¿cuántas veces me leíste después del primer 'te quiero'?
Necesitaba que supieras que solo se guardar silencio 
que solo quiero avanzar.
No te extraño.
Necesitaba que me necesitaras 
así podía seguir y hoy no quiero nada.
Nada que venga de los dos."

Carolina Franco