lunes, 2 de noviembre de 2015

El pasado que se fue

"Se ilumina el sendero del desolador ayer 
y como si fuera noticia vieja 
me vengo a dejar vencer. 
Ya no existen sinuosos caminos 
que me devuelvan al ayer.
Y cuando pienso en aquel momento 
ya estoy en el suelo otra vez. 
Mi sombra me abandona, 
parece que hasta ella 
se harta de a poco de todo mi ser.
Ya no hay mañana ni hay un ayer 
y cuando pienso en todo no lo puedo entender.  
La luz entra de a poco, 
pequeños rayos de sol golpean mis pupilas 
y a mi me enceguece tu amanecer. 
Me levanto una última vez. 
Y a la noche las alarmas 
del pasado que quieren volver. 
Y es que yo no se 
si será hoy o mañana 
que tendré que renacer."

Carolina Franco


jueves, 30 de julio de 2015

Eso que fui y ya no seré

"Una canción sin título,
una receta sin especias.
Una premisa sin argumentos,
una ilusión fuera del cuento.

Un espasmo provocado,
un secreto sin encanto.
Un Dios sin su Cielo,
un gran tonto en el Infierno.

Todo lo que fue mi alma 
todo lo fue por verte reír.
Todo lo que mi corazón te dio
todo lo que tiraste por el balcón.

Una melodía indiscreta,
una rosa en cautiverio.
Una resaca con recuerdos,
una maldición sin entendimiento.

Un llanto sin motivo,
un predicador sin su libro.
Un pensador sin neuronas,
un villano con corazón.

Todo lo que fui 
todo lo que sufrí por hacerte feliz.
Todo lo que te amé 
todo lo que no te importó."

Carolina Franco

sábado, 4 de julio de 2015

Guerrero

"Estaba mirando el diminuto espacio que queda entre esa estúpida línea que divide el bien del mal. Pensaba en todo lo que tenía delante. 
Un Comandante armado con oscuridad, y un niño llorando lágrimas de sal. Creía hasta ese momento que todo lo tenía claro, -ésto es bueno aquello es malo-. 
Un golpe en la nunca. Total oscuridad. 
Entre sueños pudo abrir los ojos y dejarse escapar. Vio como su cuerpo ensangrentado era metido en un pozo sin fin. Se miró en el reflejo de un charco. Sangre. Por todos lados, en sus manos. En su ropa. En el piso. Sangre. 
Corrió tanto como pudo hasta notar que no tenía piernas. Estaba flotando. Miró para atrás, su cuerpo se había olvidado. Refregándose los ojos soltó un chillido inaudible. Su cuerpo no reaccionaba. Se pateó a sí mismo, dos o tres veces. Se gritó unas cien veces y sus oídos comenzaron a sangrar. No le dolía solo lo sentía . Sentía como cada gota le recorría las mejillas. Sentía las mejillas helarse. Tocó su cuerpo. Frío. No había en el ya nada vivo. 
Se apartó un momento. Volvió a ver la línea que divide lo bueno de lo malo. Vio al Comandante de la oscuridad asomarse a sus pies. Decir unas cuantas plegarias y volarse la cabeza con una pistola de mano. Fue entonces cuando se percató del niño. De rodillas frente a los dos cuerpos. Inmóvil. Decidió acercarse. Flotó desde su posición hasta quedar frente a él. Y entonces vio entre sus manos. Sostenía una especie de flor -jamás la había visto antes-. Acercó su mano inmaterial al pequeño. Lo atravesó. El niño empezó a reír a carcajadas.
Para cuando los soldados aparecieron ya eran tres los muertos. Y un solo testigo. Que atinó a flotar hasta que algo como un destello lo cegó. 
Desde ahí ya no recuerdo, si fue un sueño o un invento. Solo sé que termine tumbado al lado de mi propio cuerpo."


Carolina Franco

sábado, 6 de junio de 2015

Sin fin

"Ya  no puedo escapar, 
porque miro para todos lados y ahí está.
No entiendo la verdad, 
ojalá pudiera convertir mi realidad.
Mil veces más, 
solo queda esto 
que duele como el centro del Infierno.
Ya no puedo correr más.
El cuerpo le pide al alma, 
pero uno no entiende 
y el otro ya no puede.
Es como quedarse bajo el agua.
Se siente como un ahogo programado.
No se si vas a entender 
porque no estoy segura de entenderlo ni yo."

Carolina Franco

viernes, 5 de junio de 2015

La veo

"La estoy mirando.
No se cómo llegué hasta acá 
pero me quede estoqueado.
Estoy casi decepcionado,
un poco cansado y algo desorientado.
La estoy contemplando.
No se cómo pude esperar tanto.
Estoy casi amarrado,
un poco disperso y algo pasado.

Me perdí en las curvas de la Tierra.
Me perdí en su horizonte.
Me acerque demasiado 
o estoy muy asustado.

No se por qué me quede mirando.
Me rompió las barreras del corazón 
que ya son un engaño.

No se en qué momento me fui de su lado.
Y hoy acá en el infierno la veo
como a través de un espejo.
Yo la miro, ella no me ve.
Yo la siento, ella no sabe de mi.

Desdichados si los hay
que mueren antes de empezar a jugar."

Carolina Franco

sábado, 11 de abril de 2015

Señora

"Pasaban los años en aquel pequeño jardín 
donde lo bueno y lo malo se hizo sin fin. 
Pasaban las horas en aquella tarde 
de aquel majestuoso Junio sin ver ese Abril 
que se quedaba corto de incendios, 
tan lleno de desencuentros. 
Pasaba la vida mientras la vi, 
deslizando sus mentiras bajo su vestido de manila. 
La vi o solo imagine sentirla sonreír. 
No pude evitar quererme acercar. 
Asomándome al jardín vi sus piernas cruzadas en son de paz, 
su vestido levantado sobre las rodillas no me daba perdón. 
Su piel pálida, sus ojos como cristal 
y su alma en una lágrima que a mi pecho vino a parar. 

¿Cómo pedirle perdón señora? 
Si fui yo el culpable de sus sonrisas más genuinas 
y de sus lágrimas, las más dañinas. 

Pasaban las noches en aquel banco de roble 
en aquel viejo jardín. 
Pasaban las horas que eran eternas en ella. 
Inmaculada sobre aquel banco 
rodeada del blanco rocío. 
Pasaba el tiempo pasaban mis años 
y juro que ella seguía ahí.

Tal vez fui yo quien pecó al partir. 
¿Pero quién puede culparme? 
Si soy esclavo de la soledad, 
amente incurable de la fugacidad. 

Cuánto penar portan sus ojos señora.
¿Cuántas veces debería pedirle perdón 
sin ganarme antes su corazón?"

Carolina Franco

domingo, 5 de abril de 2015

No leas en voz alta

"Nuestro pasado me aturde una vez más y no sé que será, 
solo golpea y no lo voy a dejar entrar. 
Solo te pido mi amor que te vayas y ya no vuelvas por más. 
Que te olvides de mí, así como espero nunca olvidarme de ti. 
Como cuando nos amamos por primera vez; 
cuando fuimos uno siendo dos. 
Te deseo lo mejor y un te amo para el adiós.
Después de todo si te necesito es que estoy en el pasado 
y si avanzo yo no vuelvo por vos. 
Es porque no quiero que nos encadenemos a nada mi amor. 
Sé que siempre vas a estar 
pero no como antes, no con esa intensidad. 
Te amé con locura y hoy si te quiero es mucho.
Hoy solo quiero tu adiós y nada más.
Es solo que a veces creo que la podría haber peleado mejor. 
En aquel momento solo sentía esa soledad de estar cerca de vos. 
Y mi último te amo te juro que dolió mil años. 
Mi vida te juro me morí cada día que estuve sin vos
y cada uno de los últimos días que pasamos vos y yo. 
Hasta que renací entre las letras que algún día te dediqué 
y entre las miles de lagunas que quedaron en mí 
y todas éstas cicatrices que quiero cerrar.
No ruegues que mi alma se rompe de más.
Tenía esa desesperada necesidad 
de decirte todo y amarrarme a tu cintura,
de ponerme una vieja remera tuya. 
Que pasáramos la noche mirándonos a la cara, 
que me desvelaran tus ojos 
y miráramos las estrellas una última vez.
Y al final quién se iba a imaginar 
que mi corazón no era solo hielo.
Y al final
¿cuántas veces me leíste después del primer 'te quiero'?
Necesitaba que supieras que solo se guardar silencio 
que solo quiero avanzar.
No te extraño.
Necesitaba que me necesitaras 
así podía seguir y hoy no quiero nada.
Nada que venga de los dos."

Carolina Franco

domingo, 29 de marzo de 2015

A mi musa sin amor

"Ésta tortuosa forma de escuchar su recuerdo 
agitando sus alas para verme despegar. 
Quedándose sentada para verme partir 
y con otras personas escucharme sonreír. 
Ésta tortuosa forma 
de extirparle las palabras a través de su alma. 
De rogarle atención sin pedirle perdón. 
De quererla de a poco pero sin quererla. 
De amar sin sentir amor. 
Ésta tormenta de desilusión 
que quiero que tengas de mí. 
Y aunque llegara a decirte mi amor, 
que las musas son musas y no son del corazón. 
Aunque te dolieran mis palabras 
y te torturaras en tu cama. 
Aunque te diga a gritos 
que no soy encanto 
que no vengo del Cielo. 
Aunque te rompan la cara, 
detrás de éste frío, 
todas las palabras que esperabas no te dijera. 
Aunque sintieras que vas a morir. 
Aunque atribuyas encantos a mi alma 
que bien sabes no se merece. 
Aún así, mi segunda vida. 
Aún así, sin mi amor no te vas a morir. 
Aún en éstos momentos estás mejor sin mí. 
Aunque dentro de muchos años 
mires al espejo y te veas en mí. 
Aún así, sabes que el amor es así,
un desgraciado ladrón que no se excusa ante nadie."


Carolina Franco

Sentimental

"Es real que quiero llorar, 
es verdad que deseo recuperar 
todo lo que un día yo te dí. 

Es cierto que puedo ahogarme 
en ésta habitación 
entre mis lágrimas y sin vos.

Es verdad que al ver el espejo
muero por dentro, 
veo como sin más 
mi cuerpo se consumió. 

Acaricio las cicatrices que dejó su encuentro. 
Nadie podía predecir tanta desdicha.
Es real el sentimentalismo residual
que de a poco va quedando guardado 
en éste corazón reciclado.

Porque la intención era otra 
y porque la realidad se hace de historias;
es por eso corazón
que te regalo otra canción. 
Otra receta sin amor 
y mil especias de dolor. 

Cuando a la noche quedes a solas 
con tus monstruos recuerda, 
que la oscuridad se hizo para las dos. 
Y así en la noche 
nos vamos despidiendo sin tanto dolor. 

A ella que amó mis penas 
que las intensificó sin remordimientos. 
A mi cuerpo desgastado 
que le faltan más que unos gramos. 
A la dulzura que dejó el pánico. 
A la depresión que me regaló tu encanto. 

Perdón."

Carolina Franco

sábado, 28 de marzo de 2015

Lentamente

"Lentamente hundo mis recuerdos, 
me sumerjo en su pecho. 
Lentamente desentierro sus encantos.
Quiero ser dueña de sus manos, 
de sus labios.
Dueña de sus ojos, de sus lágrimas.
Lentamente hasta hacerme con su alma.
Quiero ser todo lo que lamenta, 
todo lo que desea y no cuenta.
Lentamente sin restricciones.
Quiero conocerlo
hasta llegar a tenerlo.
Como capricho que se ha vuelto necesidad, 
quiero ser yo su necesidad.
Que despierte pensando en devorarme, 
que lamente no dormir a mi lado.
Hasta ser suya pero mía 
y que sea mío siendo suyo.
Rompamos todas las reglas 
que para enamorarse existe la oscuridad.
Lentamente enredados entre las sábanas, 
hasta que por fin un día 
llegue a sentir que lo quiero, 
hasta lograr sentir que le amo.
Desgarre mi alma, áteme lento.
Que pretendo primero llegar a ser su Infierno
para después regalarle el Cielo."

Carolina Franco

domingo, 22 de marzo de 2015

De a poco

"Lento, como simbiosis en este mundo austero.
Lento, como contando con gotero.
Lento, como si solo tuviéramos el infinito.
Lento, como cada espacio recorrido.

Es como si poco a poco 
nos enjauláramos
en éste desesperante sentimiento.

Lento como cuando de lo bueno 
queda poco;
como cuando somos 
en ese ínfimo momento.
 
Lento, como en estadio de pausa.
Lento, como cuando un beso 
desea ser eterno.
Lento, como rogándonos silencio.
Lento, como queriendo quererte
de a poco pero sin frenos."

Carolina Franco

viernes, 13 de marzo de 2015

El cuerpo

"El gélido cuerpo se retorcía en su tumba. 
Una mano sin ayuda
Un suspiro sin aire. 
Una penumbra incurable. 

La noche caía casi muerta a sus pies. 
Y en la tierra mojada se oían 
los despavoridos gritos de los vecinos. 

Muerte en el pequeño pueblo.  
Titulares sobre un muerto sin nombre. 

Nombres en espacios que eran solo suyos. 

El gélido cuerpo recobraba vida. 
Mientras subía la temperatura un árbol se mecía. 
Bajo la tierra la paz ya no reinaba; 
al infierno llegaba el muerto sin nombre." 
Carolina Franco

sábado, 28 de febrero de 2015

La miseria la acompaña

"Carreteras vacías me llevan a el.
Y un impulso infinito de quererme perder.
Entre el rojo y el negro me veo caer. Y si pienso dos veces no voy a volver.                                        

Me miro al espejo otra vez
Minucias de tus restos me hacen ceder.                                            

La vida es muy corta para el histérico mundo que te pide reír; 
es muy larga para el poeta 
cuando lo que quiere es sin alas volar."    
                             
Carolina Franco

jueves, 19 de febrero de 2015

Acércate

"Acércate un rato, 
que yo invito el café.

Te invito con noches de insomnio. 
Te invito a conocer.

Acércate un poco,
que me quiero perder en esos ojos.

Te invito a escuchar un viejo blues.
Te invito a robarme el aliento con gritos.

Acércate que me muero de placer,
que te quiero enrojecer.

Te invito destrozarme otra vez.
Te invito a que me quemes la piel."

Carolina Franco

domingo, 15 de febrero de 2015

Tu huella se queda

"Miraré un almanaque antes de preguntar
si fue ayer o será mañana
que mi cabeza va a estallar.

Las opciones son pocas
y en Octubre voy a la mitad.
Si miro pienso para atrás
me acuerdo de aquella noche.
De aquel Septiembre embrujado
y de tus palabras sin encanto.
De las alucinaciones del pasado.

Y cuando miro para delante
ese Noviembre sin tu calor,
con tus voces y sin vos.
Cuando recuerdo cada seis años.
Cada sueño en tus primaveras.
Cada detalle de ira que viene con el otoño.

Serás la flor más hermosa
cuando con recortes de diarios
volvamos al pasado.

Y por éste azar sin destino
verás la humildad de mis palabras
al decir lo mucho que odio estar sin vos,

y cuánto más odio ver tu verdadero yo."

Carolina Franco

sábado, 14 de febrero de 2015

Sin historia

"Ya no se ven esos milagros. 
Desconocidos tomándose las manos, 
mientras desconocen el santuario de sus pasados. 

Ya no hay bienvenidas 
a mundos deshabitados, 
ni palabras atrofiadas en bocas de desencanto.

Ya no te busco en las calles. 
Ya me perdiste de detalles; 
mientras yo me perdía en ellos 
vos te perdías en mí. 
Si yo se que no fuiste ni serás 
pero no hay magia en negar intentar.

Ya no siento su ausencia 
ni añoro su presencia, 
mas en éste espacio digo lo que siento 
y siento lo que no digo. 
Porque me supe perder en tus manos 
y no supe tocarte al intentarlo.

No es un segundo de desolación 
es la desoladora historia de un desamor."

Carolina Franco

miércoles, 4 de febrero de 2015

Desencuentro

"Ella vino y la dejé partir 
con una mano detrás y otra al viento, 
así sin miedo, solo despidiendo 
el poco silencio que nos quedó compartir.

Dios sabe que lloré su ausencia.
Y desde entonces 
aunque ella no lo entienda 
camino por los mismos lugares.

De a poco voy componiendo lo que ella me dejó.
Casi deshecho el sentido 
y mi pobre corazón.

Dios sabe que la quise, 
¡sí, la quise, diría yo!
Y quién niega que el amor no es más que esto.
No podrían mis palabras expresar eso que siento.

Empatía, eso fue en un momento.
Aunque mis manos no la tocaron 
y mis ojos no la miraron.
Que la quise no hay dudas.
Quise sus espacios como propios,
amé locamente sus letras.
Destrocé mi mente por ella.
Pero era cierto al final,
que no podía aunque quisiera
amarla más de lo que pude y nada más.
Jamás pude quererla como me quiso ella.

Dí lo que tuve.
Dí lo que soy. 
No existo en lo que no puedo sentir.

Porque por más esfuerzos que haga 
jamás voy a amarla como ella,
cuando en mi nombre pronuncia  esas palabras.


La sutil delicadeza 
con la que me desencuentran sus miradas,
como me siento, 
desnuda cada vez que me encuentra.

Y por más intentos que lleven sus manos,
mi piel no es lo importante.

Por más destrozo que haga, 
juro al Cielo y a sus ojos que dí de mí todo,
todo se lo dí. 
Solo por escucharla ser eterna 
y enfriarla con amistad.

Y es que no puedo ser 
lo que ella quiere en verdad;
no puedo y nada más."
Carolina Franco

martes, 27 de enero de 2015

Vuela su presencia

"Esos ojos penetraron mi pecho y se quedaron ahí.
Permanecieron quietos en el intento.
Y fluían las letras del imapaciente dolor. 
Y las musas de los muros se consumieron sin pudor.  
Y se fueron los años que vienen con penas. 
Y milagros de otros labios abrieron más puertas. 
Mas la noche insegura vino a traerte. Así como te encontré, 
feliz y deshecho, todo a la vez. 
A las lágrimas las guardé y a tu cuerpo curé.  
Pero no advertí, mi amor,     
el comportamiento errático de la miseria compartida. 
Pues en mi dejaste pena y te fuiste con toda mi alegría."
Carolina Franco