"Y el cielo que creía
que mi alma abatida
deprimida ya no caería.
Cuanta decepción,
cuanto dolor.
Las sábanas no se despegan
de mi cuerpo maltrecho,
y la oscuridad me persigue
por aquel viejo trecho.
Maldito sea el invierno
que me inunda,
me derrumba.
Como duele el sereno,
cae sobre mi pecho;
lo siento como si fuera hielo,
en éste,
el más pesado de los infiernos."
Carolina Franco Bitancurt
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